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Corsé de Boston. 6 claves para que sea verdaderamente eficaz.

Te proponemos seis claves para conseguir que el uso de tu corsé ortopédico no sea infructuoso.

Portada » Blog » Corsé de Boston. 6 claves para que sea verdaderamente eficaz.

24/02/2019 por Ortopedia Lacomba

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Esta semana hemos atendido un caso difícil, remitido por la Unidad de Columna de un importante hospital de Valencia. Se trata de Paula, una niña muy guapa, de 15 años, que viene utilizando otro corsé (solo para dormir, fabricado en Estados Unidos), desde hace dos, sin obtener resultados. Su escoliosis ha aumentado de manera muy considerable y los padres acuden muy preocupados.

Esta es su radiografía:

Los médicos especialistas nos informan de que, pese a que viene utilizando otro corsé (que aparentemente debe ser muy tecnológico, pues se fabrica en EEUU y se adapta en Valencia) durante dos años, la curva no ha parado de aumentar.  El equipo de columna ha recurrido a Ortopedia Lacomba para aportar otras soluciones.

Escoliosis difíciles. Hemos tenido otros casos similares y hemos dado con la solución.

Hablando con los especialistas nos informan de que:

  • la niña ha utilizado el corsé todas las noches (o al menos eso creen).
  • la radiografía con el corsé puesto parecía ser eficaz.

Entonces ¿por qué no ha funcionado?

Claves para que un corsé sea eficaz

  1. Debe ser cómodo.

    Evitar errores en el corsé de Boston es clave para conseguir el éxito en el tratamiento de la escoliosis. Es falsa la idea de que los corsés ortopédicos deben «apretar» o resultar molestos. De hecho, algunos niños se acostumbran de tal modo que no consiguen dormir sin su corsé. Un corsé incómodo será rechazado por el niño o niña, con lo que terminará por no utilizarlo el tiempo necesario. Algunas mediddas para que el corsé sea cómodo son:

    1. No debe sobrepasar las escápulas.
    2. No debe incluir elementos en el tórax, a no ser que haya cifosis.
    3. Debe permitir el libre movimiento de los brazos.
    4. No debe presionar en caderas ni cintura.
    5. Los puntos de presión en las curvas deben estar bien almohadillados y ser amplios.
    6. La presión en los puntos ápex de la espalda debe ser moderada.
    7. Deben haber zonas de expansión.
    8. No debe rozar ni presionar a lo largo de la zona central de la espalda.
    9. Debe permitir al niño o niña vestirse con ropa amplia y que  se note demasiado que lleva corsé.
    10. Debe estar limpio, evitar el mal olor y tener un acabado impecable.
  2.  Debe estar bien diseñado.

    No todos los corsés son eficaces. Puede ocurrir que un niño o niña esté utilizando un corsé que no aporte ningún beneficio ¿Por qué? Porque no se ha diseñado o elaborado correctamente para el caso particular. Es importante pues acudir a una ortopedia con experiencia, que asegure que el corsé que nos van a adaptar esté bien diseñado. Además debe ser revisado por el médico especialista y si es posible, exigir la realización de radiografías que confirmen el buen funcionamiento del corsé. Pero incluso esto no es suficiente.

  3. Debe revisarse periódicamente.

    Puede que nuestro corsé sea cómodo y esté bien diseñado pero, aún así no ser eficaz. Se recomienda hacer al menos una revisión, en la ortopedia, cada tres meses, durante todo el tiempo de uso.  Con el fin de asegurar el cumplimiento de las revisiones, es conveniente que se  realicen sin coste para el usuario. Los motivos más frecuentes, que deberemos revisar periódicamente en la ortopedia son:

    1. El niño o niña no lo utiliza las horas prescritas.
    2. No se lo pone correctamente.
    3. Las zonas de presión ya no están en la zona correcta por crecimiento del niño.
    4. No hay zonas de expansión por crecimiento del niño.
    5. La presión en el ápex es insuficiente.
    6. No se corrige la rotación.
    7. El crecimiento del niño o niña hace que el corsé ya no sea eficaz.
  4. Deben corregirse las imperfecciones.

    En muchas ocasiones hemos comprobado que el niño o niña había estado utilizando el corsé con alguna cincha rota, una almohadilla despegada, una presión excesiva en algún punto. No es extraño que el padre o la madre se extrañe y regañe al niño por no comunicarlo. Muchos niños adquieren una actitud «sufrida» y prefieren no advertir de ninguna imperfección del corsé por no incomodar a sus padres. Algunos niños creen que la culpa de que alguna parte del corsé se haya roto o deteriorado es de ellos y que van a recibir una «regañina» de sus padres o que su reparación va a suponer un coste económico. Sin embargo alguna de estas imperfecciones adquiridas puede hacer que el corsé sea rechazado o no funcione correctamente. La ortopedia debe responsabilizarse de repararlas en el menor tiempo posible y sin coste para el usuario. Este último dato debe ser comunicado al niño.

  5. Una curva dorsal híper-corregida impide la corrección de la curva lumbar.

    Hemos observado en numerosas ocasiones que una almohadilla de presión en el ápex de una curva dorsal, excesivamente gruesa (híper-correctora) impide la reducción de la curva lumbar primera. Esta fue la causa por la que Paula no mejoró con su corsé anterior. El celo por alcanzar la rectitud total en la columna puede ser perjudicial. La almohadilla de presión de la curva secundaria (la dorsal) debe ser mucho más suave que la almohadilla de la curva lumbar. En ocasiones, incluso es conveniente no poner almohadilla dorsal, con objeto de enderezar la curva lumbar. Una presión horizontal de derecha a izquierda en la zona dorsal, dificultará el «enderezamiento» de izquierda a derecha de la curva lumbar.

  6.  Debe evitarse la inclinación del corsé

    paciente con corse de bostonCon frecuencia observamos que el corsé se inclina hacia un lado de manera muy significativa.  Este error debe corregirse cuanto antes. Un corsé inclinado puede no estar enderezando la curva. De manera que

  7. adillas en el trocánter de la convexidad de la curva, hasta conseguir que el corsé quede lo más recto posible. Puede ser que los primeros días resulte algo molesto para el niño o niña (dado que modifica su posición «cómoda») pero desde luego la mejoría será significativa. Deberemos establecer al menos una revisión en dos o tres semanas,  para comprobar que el corsé se mantiene recto y el niño o niña se siente cómodo.

El mejor corsé para la escoliosis

Sin duda el corsé de Boston es una excelente opción, pero, el mejor corsé siempre será aquel que esté bien prescrito, adaptado por una ortopedia con mucha experiencia , resulte cómodo para el niño o niña y sea revisado con frecuencia.

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Category iconBlog ortopedia,  Corses ortopedicos,  Patologias

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